DONA

​“En el corazón de nuestra comunidad, la iglesia se erige no solo como un lugar de fe y refugio, sino también como un faro de esperanza y ayuda para aquellos en necesidad. Cada donación que hacemos es una semilla de bondad que plantamos, que crece y florece en actos de amor y servicio. Al donar a nuestra iglesia, no solo estamos apoyando un edificio de piedra y vidrio, sino que estamos invirtiendo en el bienestar y el futuro de nuestra comunidad. Es un acto de fe en acción, un testimonio de nuestra generosidad y compromiso con los valores que nos unen. Así que, te invito a abrir tu corazón y a contribuir, para que juntos podamos seguir extendiendo las manos de la iglesia hacia aquellos que más lo necesitan.”